paRquecito

Te salvaste de un presente como basurero,
de un futuro más humillante como parqueo.
¿Quién lo diría parquecito?
Alguien se acordó de ti.

Madrugadas de viejas (perdón, “mujeres maduras”)
haciendo su recorrido spandex.
Mañanas de crisis, el aire fresco para la madre de un paciente,
el paño de lágrimas para la mujer que ha perdido a su esposo.

Tardes sociales, un niño por columpio, nanas en pleno chisme,
palomas urbanas en fila reclamando su territorio…
son dominicanas, la dichosa “pajarera” no es su estilo,
déjenle sus árboles, sus ranchitos.

Noches iluminadas, parejas,
perros rebosantes dejando su jugo.
Cientos de bancos vacíos,
el enganche con Metaldom era lo que importaba.

Ahora uno en los Tres Ojos, Cristo Rey,
Villa Mella, La Zurza, Manoguayabo,
Matahambre, Gualey, Guachupita…
que los niños pobres también saben columpiarse.