…Pero mientras espero en tu consultorio, con una hora de retraso y sin que tu secretaria nos de un porqué, me pregunto si lo sabes. Entendería un "se le presentó una emergencia", pero un "el Dr. Molina siempre llega a esta hora" no entra en mi cabecita.
No estoy ahí porque quiero, preferiría estar en la Riviera Francesa, en Breckenbridge, o hasta en el trabajo… pero el dolor no me deja, y así, mientras media cara me revienta, me toca esperar, y no solo una espera apacible, hay que sumarle el agravio de que los viernes en la mañana, en el parque Hostos, se congregan fanáticos religiosos armados con altavoces… justo frente a la ventana de tu consulta.
Te informo que NO ERES DIOS, no vales más que yo, y como cliente, espero consideración. De seguro los otros 5 pacientes que también te esperan valen tanto como tu… pero como ya es costumbre del dominicano el dejarse pisotear, ellos, como yo, no dicen nada.
Por eso me marcho, sin decir nada. Otorrinolaringólogos hay decenas, y tal ves que valgan más que tu.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Yo he dejado de ir donde médicos que hacen eso; hay más y mucha veces mejores.
Publicar un comentario