Algo que me encanta de nuestra ciudad es que, a pesar de la falta de planificación urbanística, es una ciudad bastante verde.
Recuerdo que mi abuela me decía que lo primero que hacían las personas luego de construir sus casas, era sembrar el frente con árboles. Es una pena ver que esa costumbre se ha perdido, ahora en lugar de árboles siembran plantas florales y uno que otro ficus, estética, pero antinaturalmente, podado.
¿Quién de nosotros no conoce la javilla? “Muchacho, no te lo metas en la boca, que eso envenena.” Era una frase con la que crecimos mientras jugábamos con su fruto entre las manos. ¿Se siembran javillas ahora? ¿Qué me dices de los almendros? ¡Cuántos dedos machacados intentando llegar a la semilla!
Aún así es grato ver que algunos siguen en pié, en especial después del intento de “palmificación” de la ciudad. (Mejor no toco esa tecla ahora). Y con eso los dejo con esta imagen. No han sido pocas las veces que reduzco considerablemente la velocidad del carro para deleitarme con su bella fortaleza. ¿Lo conoces?
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1 comentario:
jajajaja, yo hice uan vez un carro con semilla de javilla!< jejeje
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