domingo, 28 de septiembre de 2008
viernes, 26 de septiembre de 2008
caRamel
miércoles, 24 de septiembre de 2008
lunes, 22 de septiembre de 2008
cuando el miedo se muda a casa
Es muy duro que la situación actual de nuestra isla nos lleve a un estado de estrés constante. Al estrés usual de todo aquel que trabaja para asegurarse un futuro se le suma el estrés de tener que cuidar lo que conseguimos con el sudor de nuestra frente, espalda, neuronas o manos.
Miedo en la calle, a que nos asalten antes de poder llegar al carro, al atraco/secuestro en el concho, al jalón de la cadena mientras se va por las aceras, lo más triste de todo, miedo en nuestro hogar. Que algo de lo que intentamos hacer nuestro refugio, nuestro santuario personal, sea la causa de un terror tan intenso que interrumpe el sueño.
He de decir que últimamente no me he sentido segura en casa. El alto índice de robos y atracos que se comenten en Ciudad Nueva va en aumento, y el lugar en el que pensé que podría poner a fluir mi creatividad es ahora la causa de mi mayor bloqueo. Todas las noches pienso en mi “multilokeado” carro, ahí en la calle solito… si se activa la alarma ya ni me inmuto, no voy a arriesgar mi vida por cuatro gomas, pero qué hago con los ladrones que oigo por los tejados?
No creo aguantar veinte días sola ahí, no creo que una alarma y unas rejas puedan contener a un criminal obstinado. No me quejo, soy afortunada, puedo agarrar mi maletita e irme a la seguridad de un Diandy en Naco en lo que la roommate está de viaje, pero y los que no tienen la misma opción?
Miedo en la calle, a que nos asalten antes de poder llegar al carro, al atraco/secuestro en el concho, al jalón de la cadena mientras se va por las aceras, lo más triste de todo, miedo en nuestro hogar. Que algo de lo que intentamos hacer nuestro refugio, nuestro santuario personal, sea la causa de un terror tan intenso que interrumpe el sueño.
He de decir que últimamente no me he sentido segura en casa. El alto índice de robos y atracos que se comenten en Ciudad Nueva va en aumento, y el lugar en el que pensé que podría poner a fluir mi creatividad es ahora la causa de mi mayor bloqueo. Todas las noches pienso en mi “multilokeado” carro, ahí en la calle solito… si se activa la alarma ya ni me inmuto, no voy a arriesgar mi vida por cuatro gomas, pero qué hago con los ladrones que oigo por los tejados?
No creo aguantar veinte días sola ahí, no creo que una alarma y unas rejas puedan contener a un criminal obstinado. No me quejo, soy afortunada, puedo agarrar mi maletita e irme a la seguridad de un Diandy en Naco en lo que la roommate está de viaje, pero y los que no tienen la misma opción?
sábado, 20 de septiembre de 2008
jueves, 18 de septiembre de 2008
¡joer meRche!
lunes, 15 de septiembre de 2008
¿poR qué me das y me quitas?
Ni 24 horas han pasado desde un fin de semana maravilloso y ya viniste a cobrártelo; te llevas a Sush. ¿Es que no puedo aspirar a nada sin que me robes algo de aún mas valor?
miércoles, 10 de septiembre de 2008
basuRa
Leyendo un post aquí, en donde se menciona la basura de las calles me siento con la obligación de hablar, de decir cosas que no todos quieren escuchar, pero con las que a la gran mayoría les toca vivir.
Hay sectores (la mayoría) donde no existen infraestructuras para desechar los desperdicios habituales que produce un hogar, en donde se supone (según una circular enviada por el Ayuntamiento) que a partir de las 5:00 p.m. sacas tu fundita con cáscara de plátanos al frente de tu casa, y que a las 6:00 p.m. está el camión recogiéndolo. Pero el camión no pasa, una fundita se convierte en dos, y los perros callejeros la destrozan, y cuando sales te encuentras conque el plátano está ahora con compaña en medio de la calle, y a los dos días todo se duplica, y llegan los ratones y cucarachas, y el olor a muffler quemado ahora se viene acompañado por podredumbre, mientras los vecinos barren, y llueve, y lo barrido hace una hora se va al carajo (o al medio de la calle), y los carros que pasan hacen un mangú de desperdicios, y papel higiénico ahora mojado y aplastado se unta en el asfalto a manera de engrudo casero, y mientras las señoras se sienten culpables por poner otra fundita en el lugar asignado, y las ganas de poderte tragar la basura (junto con la impotencia) te hacen un nudo en la garganta, y oyes que tu basura no la recogen porque a hubieres le prestaron nosecuantos millones, y… mejor no sigo.
Son cosillas que no noté durante los 32 años que viví en Naco, pero que he llegado a conocer de cerca durante este año bohemio viviendo en Cuidad Nueva, en donde pocos se pueden dar el lujo de pagarle al de la camioneta para que se lleve la basura por la que ya pagan al Ayuntamiento para que la recojan.
Hay sectores (la mayoría) donde no existen infraestructuras para desechar los desperdicios habituales que produce un hogar, en donde se supone (según una circular enviada por el Ayuntamiento) que a partir de las 5:00 p.m. sacas tu fundita con cáscara de plátanos al frente de tu casa, y que a las 6:00 p.m. está el camión recogiéndolo. Pero el camión no pasa, una fundita se convierte en dos, y los perros callejeros la destrozan, y cuando sales te encuentras conque el plátano está ahora con compaña en medio de la calle, y a los dos días todo se duplica, y llegan los ratones y cucarachas, y el olor a muffler quemado ahora se viene acompañado por podredumbre, mientras los vecinos barren, y llueve, y lo barrido hace una hora se va al carajo (o al medio de la calle), y los carros que pasan hacen un mangú de desperdicios, y papel higiénico ahora mojado y aplastado se unta en el asfalto a manera de engrudo casero, y mientras las señoras se sienten culpables por poner otra fundita en el lugar asignado, y las ganas de poderte tragar la basura (junto con la impotencia) te hacen un nudo en la garganta, y oyes que tu basura no la recogen porque a hubieres le prestaron nosecuantos millones, y… mejor no sigo.
Son cosillas que no noté durante los 32 años que viví en Naco, pero que he llegado a conocer de cerca durante este año bohemio viviendo en Cuidad Nueva, en donde pocos se pueden dar el lujo de pagarle al de la camioneta para que se lleve la basura por la que ya pagan al Ayuntamiento para que la recojan.
me maltRata, pero lo quiero
Últimamente he notado que a pesar de todo lo que lo amo,
nuestra relación es unilateral.
Pienso en él en todo momento,
procuro que esté limpio y lo cuido todo lo que puedo;
pero nunca es suficiente
porque él decide no asearse
y dejarse ver entre la mugre y la miseria.
Trato de crear un círculo de amistades que aporten a su vida,
de progresistas, liberales, hombres con conciencia cívica
y alto sentido de lo moral;
de los del pueblo, de los que no tienen dinero
pero si un espíritu rico.
El se codea con narcotraficantes,
con políticos vendidos y ladrones.
Cuenta entre sus mejores amigos con uno que otro policía,
de esos que organizan atracos a bancas de apuesta;
y un senador que pone el nepotismo por encima de la necesidad.
Intento invertir mis ganancias en un futuro con él,
proyectos que nos ayuden a crecer, a alimentarnos,
a asegurarnos una vejez compartida.
Pero él se lo lleva todo con falsas promesas.
A veces pienso que para él sólo importo a la hora de sacarme los cuartos.
Me golpea, me humilla, me miente, me toma por idiota.
Y yo aún aquí, pretendiendo que es algo temporal,
que ya pronto pasará todo.
Conformándome con migas, mientras que con otras
se desayuna en Marocha y cena en Davy Crockett.
Debería dejarlo, debería marcharme a otro país,
mientras él y sus tres cordilleras, su catedral primada,
sus trío de padres de la patria, sus dos vírgenes,
sus medallas de oro, sus ciguas palmeras y su pueblo
se hunden en un abismo de corrupción saturada de esperanza.
nuestra relación es unilateral.
Pienso en él en todo momento,
procuro que esté limpio y lo cuido todo lo que puedo;
pero nunca es suficiente
porque él decide no asearse
y dejarse ver entre la mugre y la miseria.
Trato de crear un círculo de amistades que aporten a su vida,
de progresistas, liberales, hombres con conciencia cívica
y alto sentido de lo moral;
de los del pueblo, de los que no tienen dinero
pero si un espíritu rico.
El se codea con narcotraficantes,
con políticos vendidos y ladrones.
Cuenta entre sus mejores amigos con uno que otro policía,
de esos que organizan atracos a bancas de apuesta;
y un senador que pone el nepotismo por encima de la necesidad.
Intento invertir mis ganancias en un futuro con él,
proyectos que nos ayuden a crecer, a alimentarnos,
a asegurarnos una vejez compartida.
Pero él se lo lleva todo con falsas promesas.
A veces pienso que para él sólo importo a la hora de sacarme los cuartos.
Me golpea, me humilla, me miente, me toma por idiota.
Y yo aún aquí, pretendiendo que es algo temporal,
que ya pronto pasará todo.
Conformándome con migas, mientras que con otras
se desayuna en Marocha y cena en Davy Crockett.
Debería dejarlo, debería marcharme a otro país,
mientras él y sus tres cordilleras, su catedral primada,
sus trío de padres de la patria, sus dos vírgenes,
sus medallas de oro, sus ciguas palmeras y su pueblo
se hunden en un abismo de corrupción saturada de esperanza.
viernes, 5 de septiembre de 2008
miércoles, 3 de septiembre de 2008
adveRtencia
A pesar de lo cuerda y juiciosa que pueda parecer con mis posts, en realidad no tengo ni idea de lo que hago.
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